El diputado Pelegrín Castillo advirtió este miércoles que el presidente Leonel Fernández está metiendo al país en una situación muy peligrosa al aceptar el rol de Estado Pivote que le habrían asignado los Estados Unidos y otras potencias para encarar la desintegración de la nación haitiana.
El candidato presidencial de la Fuerza Nacional Progresista (FNP) dijo que si la comunidad internacional no asume en los hechos sus compromisos con Haití y se consolida la grave situación que impera allí desde el terremoto del 12 de enero pasado, se corre el riesgo de desatar un conflicto en la isla.
“El gravísimo peligro para el país está en que la comunidad internacional no asuma su compromiso y esa situación haitiana, que es grave, se consolide y termine generando un conflicto devastador en la isla de Santo Domingo”, estimó el legislador por el Distrito Nacional.
Consideró que si no hay un verdadero esfuerzo por levantar a Haití como Estado y como nación, “la situación haitiana gravitará sobre República Dominicana y terminará generando una situación altamente conflictiva, balcánica”.
Entrevistado en el matutino El Bulevar con Pablo McKinney, por CDN, canal 37, el diputado Castillo dijo que no le sorprendería que al presidente Fernández le entreguen el Premio Nobel de la Paz y todos los reconocimientos internacionales, pero le advirtió que si no hay una recuperación en Haití, él pagará un alto precio en el país por no actuar conforme a sus intereses.
“Al presidente Fernández lo elegimos los dominicanos, no la comunidad internacional”, expresó el aspirante presidencial de la FNP.
Acusó a las élites dominicanas de dar la espalda al interés nacional en el caso de Haití y señaló que hay sectores públicos y privados que consideran la tragedia haitiana como una oportunidad de negocios.
Afirmó que la cúpula del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) tiene gran responsabilidad en todo eso y que incluso está más cerca del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en su enfoque sobre cómo abordar el problema haitiano que con sus aliados del Bloque Progresista.
Castillo informó que frente a esa situación está recorriendo todo el país para levantar un movimiento nacional, social y patriótico que encabece la defensa de los intereses de la República Dominicana.
Lamentó que el presidente Fernández se exponga al riesgo de que la comunidad internacional no haga nada por Haití y agregó que está convencido de que nada harán porque “mientras República Dominicana sea la válvula de escape (para los haitianos), los norteamericanos y los europeos no tienen necesidad” de hacer algo por ese país.
Con relación al rol de Estado Pivote que Castillo considera que ha aceptado el presidente Fernández, el dirigente de la FNP dijo que solo hay que ver que cuando la canciller alemana Angela Merkel recibió al mandatario dominicano lo definió como “es el ancla del Caribe”.
Manifestó que la realidad de ese rol quedó en evidencia cuando a raíz del terremoto el gobierno dominicano no aplicó el llamado “Plan Gavión” que según explicó consiste en un conjunto de políticas y acciones tendentes a evitar un flujo migratorio masivo desde Haití al territorio dominicano.
Al aclarar que un Estado Pivote, como lo definió el escritor Samuel Huntington, “es un estado relativamente más fuerte en su economía, población y territorio alrededor del cual giran otros estados. Ese pivote tiene el apoyo económico, político y militar del Estado hegemónico porque eso representa la estabilidad de región”.
Entre los ejemplos que cita Huntington de Estados Pivote en el mundo, están Israel en Oriente Medio y Brasil en América del Sur.
Castillo expresó que está consciente de que hay sectores del gobierno y privados que están pensando que es posible aceptar una parte de la población haitiana en el territorio dominicano para ayudarlos a superar su pobreza, pero a su juicio “están cometiendo un disparate histórico más grande que el de Osorio”,
El dirigente político se refiere a las llamadas devastaciones ejecutadas por el gobernador español Antonio Osorio por orden de la monarquía española en los años 1505 y 1506 que consistía en abandonar toda la Banda Noroeste de la isla de Santo Domingo que era azotada por corsarios y piratas, lo que posteriormente dio lugar al establecimiento de dos naciones en el territorio insular.
Empero, Castillo manifestó que tiene “mucha fe en el pueblo dominicano (porque) cada vez que ha sido abandonado por sus dirigentes, ha apelado a sus reservas”, puntualizó.
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