Alrededor de 300 párrocos católicos austríacos de los 2.000 del país se han rebelado contra el Vaticano para exigir reformas, como permitir el sacerdocio a las mujeres y a los hombres casados.
La iniciativa titulada “Una llamada a la desobediencia” y difundida en internet en junio ha contado con un creciente respaldo de religiosos y está tensando la relación con la jerarquía de la Iglesia católica del país alpino.
“Hay una gran insatisfacción entre los religiosos”, explicó hoy al diario "Österreich” el promotor de la propuesta, el sacerdote Helmut Schüller, antiguo vicario general de Viena. Los sacerdotes rebeldes exigen que la Iglesia emprenda reformas para modernizarse, entre ellas la de permitir el sacerdocio a las mujeres y a los hombres casados, y dar la comunión a todo cristiano “de buena voluntad". También pretenden que legos preparados y profesores de religión puedan predicar. Entre otras iniciativas, los sacerdotes implicados iniciarán sus oficios religiosos con una oración por la reforma de la Iglesia.
Schüller explica que se han visto forzados a hacer pública su posición ante la inacción de la jerarquía eclesiástica, y calcula que dos tercios de los 2.000 sacerdotes del país comparten las ideas de la medida.
Schüller ya expresó en el pasado duras críticas a la Iglesia por su forma de gestionar los numerosos casos de abusos sexuales por parte de religiosos que se dieron a conocer en los últimos años en Austria. Las críticas no han tardado en llegar, y para monseñor Egon Kapellari, obispo de Graz, “la llamada supone un peligro para la unidad de la Iglesia".
El presidente de la Conferencia Episcopal Austríaca y arzobispo de Viena, Christoph Schönborn, se reunió con los representantes de los sacerdotes rebeldes, pero les comunicó que “no compartía su iniciativa y que no la defendería en Roma”, recordó Schüller.
En Austria los ciudadanos deben de notificar oficialmente si pertenecen a la Iglesia católica, y en los últimos 30 años entre 30.000 y 50.000 creyentes se han dado de baja cada año del censo de creyentes católicos. De esta forma el 64,8% de la población -unos 5,3 millones- se definió oficialmente en 2010 como católico, cuando en 1961 era el 87%. La Iglesia en Austria se ha visto sacudida por varios escándalos sexuales y de pedofilia en los últimos quince años, lo que le ha restado mucha credibilidad entre los creyentes. EFE