Fueron asesinados en el estado sureño de Guerrero, uno de los más afectados por el narcotráfico.
ACAPULCO, México .- Pistoleros asesinaron a un sacerdote y a dos seminaristas en el estado sureño de Guerrero, uno de los más afectados por la violencia del narcotráfico, informaron el lunes autoridades estatales.
El director de la Policía Investigadora de Guerrero, Erit Montúfar, informó a la prensa que los tres viajaban el sábado en una camioneta por la comunidad de Arcelia cuando personas armadas los obligaron a descender del vehículo y les dispararon con pistolas calibre .9 milímetros.
Hasta el momento no se ha detenido a nadie ni se ha informado el posible móvil por el que fueron asesinados.
El Arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre, señaló que el sacerdote y los dos seminaristas se dirigían a una localidad a preparar un retiro espiritual.
"Nos convertimos en rehenes en esta confrontación violenta de ajustes de cuenta de los carteles que están sobre nosotros", dijo el arzobispo.
Guerrero, a más de 200 kilómetros al sur de la ciudad de México, ha padecido en los últimos años la violencia de carteles de la droga que se disputan el control del estado, utilizado para el cultivo de marihuana y amapola.
Entre los carteles que han sido señalados de intentar controlar la zona han sido mencionados el de los hermanos Beltrán Leyva y el de La Familia.
Mientras, la Procuraduría General de la República (PGR) informó la noche del domingo que nueve oficiales del ejército fueron detenidos por presuntamente pasar información al Cartel del Pacífico.
Un subteniente, siete tenientes y un capitán segundo quedaron sujetos a 40 días de prisión preventiva, una medida que permita a las autoridades allegarse de más elementos para fincar cargos formales contra presuntos criminales.
La PGR refirió que los militares están vinculados con Ismael "El Mayo" Zambada, considerado uno de los líderes del Cartel del Pacífico.
En su estrategia de lucha contra los carteles de las drogas, el gobierno del presidente Felipe Calderón mantiene desplegados unos 45.000 militares.
La violencia atribuida al crimen organizado se ha traducido en más de 10.800 asesinatos desde diciembre de 2006, cuando Calderón asumió la presidencia.
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