SANTO DOMINGO.- El ministro de Economía de la República Dominicana, Temístocles Montás, previno este martes a los representantes de países donantes, que si la tragedia haitiana no es enfrentada de manera debida y oportuna, se podría crear un escenario de ingobernabilidad que abarcaría al Caribe.
Ante tal eventualidad, anunció que su gobierno plantea para la refundación del país vecino que la comunidad internacional “ayude a Haití, y que Haití se deje ayudar”.
Montás intervino en la apertura de la Mesa de Donantes que estará reunida hasta este miércoles en el hotel Santo Domingo ante el Primer Ministro de la República de Haití, Jean Max Bellerive; el ministro de Agricultura dominicano, Salvador Jiménez; representantes del Cuerpo Diplomático y Consular, de organismos multilaterales y bilaterales de financiamiento y entidades regionales.
En su introducción, recordó los devastadores efectos del terremoto del 12 de enero que provocó miles de muertes y destruyó infraestructura en la capital haitiana y zonas adyacentes, situación que calificó de oportunidad inusual para construir un nuevo Haití.
“Inusual porque la idea de refundar el Estado haitiano es anterior al terremoto”, aclaró.
“Se trata de tareas monumentales para las cuales se demandará no sólo una cooperación sostenida con Haití, sino la coordinación de las acciones de apoyo a nivel mundial, dentro de cuya tónica se enmarca este evento”, dijo, según la Unidad de Comunicaciones del Ministerio de Economía.
En el encuentro será conocida la visión del Gobierno haitiano sobre la refundación del Estado y las líneas estratégicas en los órdenes económico, social, institucional y territorial, así como la evaluación de daños y el inventario de necesidades.
Montás, informó que en este encuentro se discutirán las posibles fuentes de financiamiento y cómo se organizará el proceso de reestructuración y financiamiento, previo a la preparación de la Reunión de Donantes que tendrá lugar en Nueva York el 31 de este mes.
El ministro dominicano observó que el terremoto ha creado la singular oportunidad para que las élites políticas, empresariales, laborales, académicas y profesionales haitianas se unan, alcancen consensos y motoricen al pueblo hacia la refundación del Estado, a fin de demostrar a la comunidad internacional la firmeza con que enfrentan la construcción de un nuevo Haití.
Asimismo, dijo que lo ocurrido obliga a la comunidad internacional, sobre todo a los grandes donantes de Haití, a replantear la manera en que se ha venido canalizando la ayuda a ese país, porque “el esfuerzo tiene que ir orientado a fortalecer el Estado haitiano, no a debilitarlo”.
Advirtió que si no se ejecuta una estrategia bilateral para enfrentar el desarrollo fronterizo, la preservación de los recursos naturales en la parte occidental de la isla y un conjunto de normas sobre construcción y homogenización aduanal, muchos de los problemas que afectan a ambos países no encontrarán solución.
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