El Tribunal Permanente de la Instrucción de Montecristi dispuso hoy la libertad de los policías involucrados en la muerte de Cecilio Díaz y William Batista Checo, acusados de participar en el secuestro de Eduardo Baldera Gómez.
La jueza Javierka Gómez dispuso que los implicados paguen cada uno una garantía económica de 200 mil pesos
La revisión de la medida de coerción también incluye impedimento de salida del país de los inculpados, los cuales deberán presentarse cada cierto tiempo ante el tribunal.
Los favorecidos con la medida son el teniente Coronel Alberto Trejo Pérez; los mayores Rafael Tejada Tejada, y Franklin Santana Martínez; los segundos tenientes José Luis Peralta Valentín y Catalino de Jesús Pérez.
En la revisión de la medida de coerción fue acogida en todas sus partes la petición del Ministerio Público, representado por Nilvio Martínez, quien solicito a la magistrada imponer las medidas establecidas en el artículo 226, del Código Penal, ordinales 1, 2, 3 y 4, que contempla la garantía económica.
Los oficiales de la Policía implicados en el caso, fueron llevados a Montecristi, bajo estrictas medidas de seguridad, por miembros del Servicio Secreto, quienes impidieron que los periodistas penetraran a la sala de audiencia, donde se conoció el caso.
El juicio duró más de una hora y se ofició a “puerta cerrada”, para no exhibir el rostro de los agentes.
Luego fueron sacados en grupos de dos y llevados a la parte atrás del Palacio de Justicia de esa provincia, donde abordaron un autobús custodiado por militares vestidos de civil.
Los oficiales fueron llevados de nuevo a una cárcel por el momento desconocida, porque no contaban en el momento, con el dinero para el pago de la fianza
Batista Checo y Díaz murieron el pasado año en un supuesto intercambio de disparos con una patrulla de la Policía, luego que campesinos de la comunidad “El Copey” de Villa Vázquez, al este de Montecristi, los entregaran vivos a la institución.
La Policía los acusó de ser parte de un grupo que, alegadamente, secuestró el pasado año al estudiante Baldera Gómez, en la ciudad de Nagua.
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