sábado, 15 de agosto de 2009

El padre sale hacia Puerto Plata y pide le den valor para sepultar a sus hijas: Llanto y dolor en sepelio de tres de las victimas menores


Johnny Alberto Salazar /vidadominicana.com

Johnny Alberto Salazar

NAGUA.-La mañana de este sábado se convirtió en un mar de lagrimas entre miles de personas que participaron del ultimo adiós de tres de las victimas del accidente registrado el viernes y que termino con la vida de otras tres personas de la misma familia.

El señor Guadalupe Quezada (PIRO), recibió la solidaridad de mucha gente que llego de todas partes para acompañar a sus tres hijas menores hasta su ultima morada y tras finalizar el culto religioso en el cementerio de la avenida Julio Lample, tomo valor para anunciar que viajaría a Puerto Plata.

Amigos de la escuela, estudiantes, profesores y la familia desfilaron desde el sector de Buenos Aires con los ataúdes.


La multitud lloraba la trágica partida de las menores Keuridy de 14 años, Kiara de 12 y Kianely de tan solo 6 años, a quienes su madre les tenía todo listo para que acudieran a la escuela publica a partir de este lunes.

La niña de 14 años estaba feliz porque había pasado a primero y ya se había inscrito en el Liceo Secundario Mercedes Bello, dijo un pariente a vidadominicana.com, quien narro que la de 12 había pasado a octavo, mientras la más pequeña cursaría el segundo grado de primaria.

Piro, su papa trabajaba mucho para ayudar a sus hijas. Comento en medio del llanto.


Piro, parecía que caería en medio de lo que sin lugar a dudas se ha convertido en la peor pesadilla.

En pleno cementerio, dijo que viajaría a Puerto Plata para darle el ultimo adiós a sus otras dos hijas, Kenia de 20 años y Berlina de 22.

Junto a los cadáveres de las dos jóvenes, también seria sepultado el cadáver de Juan Leonardo Paredes de 23 años, quien era novio de Kenia, una de las victimas fatales y chofer de la jepeta en la que se registró la tragedia.


El suceso paralizo este viernes casi la totalidad de las actividades festivas.

La gente se recogió temprano atendiendo el dictamen del Consejo de Regidores que declaro día de duelo municipal.

La madre de las tres menores Elizabeth Reina José, ya no tiene fuerza para seguir llorando.

Tanto a la vivienda de la familia como al cementerio acudieron docenas de religiosos quienes pedían a Dios que le de fuerza y valor para superar la crisis que le ha provocado la muerte de sus únicas tres hijas.





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