Un muerto y dos heridos fue el saldo de una balacera protagonizada por alegados miembros de bandas rivales que se disputaban el control de puntos de drogas en el sector Guachupita de San Juan de la Maguana.
Una versión sobre el hecho da cuenta de que Jerson Aquiles Montero Soto, muerto durante la refriega, se habría trasladado disfrazado de diablo cojuelo a esa localidad desde Santo Domingo, donde residía desde hace varios años, para matar a un miembro de la banda conocida como Los haitianos, quienes le mataron a su padre minusválido Aquiles Montero hace dos años.
La Policía recuperó en el lugar de la balacera 13 casquillos, 2 calibre 45, y 8 calibre 9 milímetros, así como tres calibre 380, sin que ninguna de las tres armas hayan sido recuperadas por la Policía.
El cadáver de Montero Soto presenta heridas de armas de fuego en el hemitórax izquierdo, el brazo y el tercer medio del antebrazo del mismo lado.
El general César Decena Rojas, comandante regional de la Policía, informó a través de su portavoz , el capitán Julio César Agramonte Ferreras, que los sobrevivientes de la balacera Alfredito Mora Valdéz y Mártires Nin Medina (TOTI), de 29 años, serán sometidos a la justicia en las próximas horas.
Los sectores Guachupita, donde ocurrió la balacera, y Villa Liberación, este último habitado por damnificados del huracán George’s, se han convertido en tierra de nadie, donde todas las noches y hasta en el día se originan balaceras y se producen disparos en todas las direcciones.
Los enfrentamientos entre bandas rivales que se disputan puntos de drogas son frecuentes, sobre todo en los llamados barrios marginados, donde los narcotraficantes aprovechan las condiciones de miseria en que viven sus habitantes para desarrollar el negocio ilícito.
El microtráfico de drogas es considerado uno de los flagelos que más crímenes y delitos genera en el país, y fue materia de un prolongado debate en la denominada Mesa Interinstitucional, que organizó recientemente la Secretaría de Interior y Policía.
Preocupadas por el auge cobrado por el narcotráfico en los barrios marginados, los organismos de seguridad del Estado organizaron ese foro, para analizar estrategias y acciones para combatir ese flagelo, cuyas ramificaciones se han extendido a los cuerpos armados y la Policía Nacional, donde miles de miembros han sido retirados, por estar involucrados en el comercio de las drogas.
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Una versión sobre el hecho da cuenta de que Jerson Aquiles Montero Soto, muerto durante la refriega, se habría trasladado disfrazado de diablo cojuelo a esa localidad desde Santo Domingo, donde residía desde hace varios años, para matar a un miembro de la banda conocida como Los haitianos, quienes le mataron a su padre minusválido Aquiles Montero hace dos años.
La Policía recuperó en el lugar de la balacera 13 casquillos, 2 calibre 45, y 8 calibre 9 milímetros, así como tres calibre 380, sin que ninguna de las tres armas hayan sido recuperadas por la Policía.
El cadáver de Montero Soto presenta heridas de armas de fuego en el hemitórax izquierdo, el brazo y el tercer medio del antebrazo del mismo lado.
El general César Decena Rojas, comandante regional de la Policía, informó a través de su portavoz , el capitán Julio César Agramonte Ferreras, que los sobrevivientes de la balacera Alfredito Mora Valdéz y Mártires Nin Medina (TOTI), de 29 años, serán sometidos a la justicia en las próximas horas.
Los sectores Guachupita, donde ocurrió la balacera, y Villa Liberación, este último habitado por damnificados del huracán George’s, se han convertido en tierra de nadie, donde todas las noches y hasta en el día se originan balaceras y se producen disparos en todas las direcciones.
Los enfrentamientos entre bandas rivales que se disputan puntos de drogas son frecuentes, sobre todo en los llamados barrios marginados, donde los narcotraficantes aprovechan las condiciones de miseria en que viven sus habitantes para desarrollar el negocio ilícito.
El microtráfico de drogas es considerado uno de los flagelos que más crímenes y delitos genera en el país, y fue materia de un prolongado debate en la denominada Mesa Interinstitucional, que organizó recientemente la Secretaría de Interior y Policía.
Preocupadas por el auge cobrado por el narcotráfico en los barrios marginados, los organismos de seguridad del Estado organizaron ese foro, para analizar estrategias y acciones para combatir ese flagelo, cuyas ramificaciones se han extendido a los cuerpos armados y la Policía Nacional, donde miles de miembros han sido retirados, por estar involucrados en el comercio de las drogas.
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