SANTO DOMINGO.- La Asociación de Concesionarios de Fabricantes de Vehículos (ACOFAVE) expresó su respaldo a la decisión de la Dirección de Aduanas de aplicar la ley que prohíbe la importación de vehículos de pasajeros con más de cinco años de antigüedad.
Esos vehículos disminuyen los ingresos del Estado y aumentan la demanda de combustibles.
La ACOFAVE emite este criterio a propósito de la petición de asociaciones de importadores de vehículos usados para que se aumente a más de cinco años la antigüedad máxima permitida para las importaciones de vehículos usados.
Indica que la política de permitir la importación de vehículos usados disminuye los ingresos del estado, aumenta la demanda de combustibles derivados del petróleo y, peor aún, promueve la utilización de gas licuado de petróleo que es subsidiado por el Estado para ayudar al presupuesto familiar de las amas de casa.
Enrique Fernández, quien suscribe la declaración de ACOFAVE, cita un estudio del marco regulatorio sobre las importaciones de vehículos en los países latinoamericanos, en el que se destaca que la importación de vehículos usados está prohibida en siete países de la región: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Uruguay, y Venezuela.
Añade que la importación de vehículos con más de cinco años de antigüedad está prohibida en Bolivia, Perú, Panamá y República Dominicana.
Entre los argumentos para mantener vigente la disposición, cita experiencias recientes del programa Efectivo por cacharros" que se lleva a cabo en Estados Unidos y que concluyó el 25 de agosto luego de haber excedido las expectativas de las autoridades que financiaron tres mil millones de dólares y más de 600 mil unidades.
Alega que dicho programa exige que los vehículos recibidos objeto de pago en efectivo sean destruídos o desguasados, y no pueden ser revendidos.
“Esto es por la determinación de las autoridades norteamericanas que diseñaron este exitoso esquema de sacar de circulación los vehículos que por su cilindraje y antigüedad contaminan el medio ambiente y contribuyen al uso excesivo de combustible en una época en que el precio del petróleo se encuentra en alza”, expone el texto.
A su juicio, resulta contraproducente que mientras en los países con más experiencia en el manejo de cuestiones ambientales y de transporte se están ofreciendo incentivos fiscales directos para que los consumidores sustituyan sus vehículos viejos por nuevos, en la República Dominicana, se tomasen medidas para incrementar la importación de ese tipo de vehículos obsoletos.
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