Era una persona amable y servicial, siempre dispuesto a colaborar con sus amigos, con su actitud facilitaba la buena relación con todos. Siempre tenía una sonrisa en los labios para todos los que compartían con él.
Cuando veía que alguien necesitaba su ayuda no se hacía esperar para dar una mano amiga, pronto se ganó el cariño de casi todos los que compartían con él, pero con la misma intensidad con la que él acogía a los demás, también había quienes no podían soportar que la vida le sonriera.
En el banco que trabajaba se premiaba semanalmente al empleado estrella de la semana y Luis siempre se llevaba el galardón.
Había llegado el momento de elegir al gerente del banco puesto que Don José, ya le había llegado el momento de retirarse y él tenía que elegir a su sucesor, inmediatamente pensó en Luis, pero inmediatamente le comunicó a Juan su asistente de esta decisión, empezaron a llegar mensajes anónimos donde se podían leer serias acusaciones contra Luis.
Don José cayó en una fuerte depresión porque apreciaba mucho a Luis, en medio de su nostalgia entró en un profundo sueño en el que veía a Luis convertido en una Luciérnaga y a su asistente convertido en una Boa gigantesca que perseguía a la Luciérnaga por todas parte para devorarla.
Mientras soñaba sudaba copiosamente viendo cómo la Luciérnaga corría de un lado para otro para no dejarse devorar, hasta que finalmente se vio atrapada y sólo preguntaba a la serpiente ‘’porqué desea devorarme si yo no formo parte de tu renglón alimenticio’’, a lo que añadió la Boa, ‘’porque no soporto verte brillar’’.
Don José se despertó y pronto comprendió que eso era lo que pasaba con Luis, el empleado a quien él deseaba nombrar en su puesto y pudo comprender el porqué de los tantos mensajes que había en su contra.
Este sueño de Don José se repite diariamente en medio de nuestra sociedad, donde hay tantas personas que se complacen en destruir a otros que realmente valen; Sobre todo cuando aquellas personas sobresalen y brillan por el esfuerzo que muestran cada día y para los que son egoísta el triunfo de los que brillan como Luis, lo viven como si fuera un fracaso personal.
Así como molestaba a la serpiente el brillo de la Luciérnaga, así molesta nuestro brillo a un gran número de las personas que nos rodean y que fingen ser nuestros amigos.
Señor ayúdanos a ser verdaderos amigos, a aceptar el triunfo de nuestros amigos como si fuera un triunfo personal, a valorar a las personas que pueden aportar cosas hermosas en nuestras vidas y sobre todo a sacar de nuestras vidas todo tipo de sentimiento de odio, envidia y rechazo contra los demás.
Les bendice P. Andrés Hernández C.
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Cuando veía que alguien necesitaba su ayuda no se hacía esperar para dar una mano amiga, pronto se ganó el cariño de casi todos los que compartían con él, pero con la misma intensidad con la que él acogía a los demás, también había quienes no podían soportar que la vida le sonriera.
En el banco que trabajaba se premiaba semanalmente al empleado estrella de la semana y Luis siempre se llevaba el galardón.
Había llegado el momento de elegir al gerente del banco puesto que Don José, ya le había llegado el momento de retirarse y él tenía que elegir a su sucesor, inmediatamente pensó en Luis, pero inmediatamente le comunicó a Juan su asistente de esta decisión, empezaron a llegar mensajes anónimos donde se podían leer serias acusaciones contra Luis.
Don José cayó en una fuerte depresión porque apreciaba mucho a Luis, en medio de su nostalgia entró en un profundo sueño en el que veía a Luis convertido en una Luciérnaga y a su asistente convertido en una Boa gigantesca que perseguía a la Luciérnaga por todas parte para devorarla.
Mientras soñaba sudaba copiosamente viendo cómo la Luciérnaga corría de un lado para otro para no dejarse devorar, hasta que finalmente se vio atrapada y sólo preguntaba a la serpiente ‘’porqué desea devorarme si yo no formo parte de tu renglón alimenticio’’, a lo que añadió la Boa, ‘’porque no soporto verte brillar’’.
Don José se despertó y pronto comprendió que eso era lo que pasaba con Luis, el empleado a quien él deseaba nombrar en su puesto y pudo comprender el porqué de los tantos mensajes que había en su contra.
Este sueño de Don José se repite diariamente en medio de nuestra sociedad, donde hay tantas personas que se complacen en destruir a otros que realmente valen; Sobre todo cuando aquellas personas sobresalen y brillan por el esfuerzo que muestran cada día y para los que son egoísta el triunfo de los que brillan como Luis, lo viven como si fuera un fracaso personal.
Así como molestaba a la serpiente el brillo de la Luciérnaga, así molesta nuestro brillo a un gran número de las personas que nos rodean y que fingen ser nuestros amigos.
Señor ayúdanos a ser verdaderos amigos, a aceptar el triunfo de nuestros amigos como si fuera un triunfo personal, a valorar a las personas que pueden aportar cosas hermosas en nuestras vidas y sobre todo a sacar de nuestras vidas todo tipo de sentimiento de odio, envidia y rechazo contra los demás.
Les bendice P. Andrés Hernández C.
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