El gobierno de los Estados Unidos dijo que "la delincuencia internacional amenaza la economía mundial, porque los delincuentes perjudican y distorsionan los sistemas financieros al entrar en los mercados y socavar la competitividad legítima y su integridad."
Las declaraciones fueron emitidas por el asesor presidencial para Terrorismo y Seguridad Nacional, John Brennan durante el lanzamiento de la nueva estrategia para combatir la delincuencia, el narcotráfico y el crimen organizado a nivel internacional, teniendo por objetivo reducir el tamaño, alcance e influencia de los criminales.
La estrategia también buscará mermar el impacto en la seguridad nacional de los norteamericanos y países aliados en el mundo, según Brennan.
En un comunicado enviado por la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado, el funcionario dijo que el presidente Barack Obama aprovechará e integrará las herramientas del poder de los Estados Unidos para combatir la delincuencia organizada transnacional y al mismo tiempo reconoce que la nación, no puede hacerlo sola.
Brennan sostuvo que Los criminales también roban los derechos de propiedad intelectual de Estados Unidos, alcanzado la suma de 188 millones de dólares en delitos durante el año 2010, de acuerdo a la Casa Blanca. Según explicó Brennan, esto no solo perjudica a las empresas, sino que en el caso de los productos farmacéuticos falsificados puede tener consecuencias mortales.
Las organizaciones del narcotráfico se alimentan la demanda global de drogas ilícitas, "lo cual intensifica la fortaleza, impunidad y violencia de las organizaciones criminales en el plano internacional", dijo Brennan. El contrabando de seres humanos y las redes de traficantes "son una plaga de alcance mundial que cada vez es más violenta y lucrativa, explotando a los más vulnerables de entre nosotros".
Brennan dijo que los terroristas y los insurgentes también recurren cada vez más a las redes criminales para financiarse y para su logística, lo que incluye el secuestro para cobrar un rescate. Según una hoja informativa sobre la estrategia emitida el 25 de julio por la Casa Blanca, 29 de las 63 principales organizaciones de narcotráfico identificadas por el Departamento de Justicia en el 2010 tenían lazos con organizaciones terroristas.
La nueva estrategia combatirá cada uno estos problemas por medio de una serie de objetivos estratégicos, dijo la Casa Blanca. Entre ellos figuran la protección de ciudadanos estadounidenses y socios de Estados Unidos de la violencia de las redes criminales; la ayuda a los países asociados para fortalecer la gobernabilidad y así romper el poder de las redes criminales, y quebrar el poder económico de las redes del crimen transnacional mediante la protección de los mercados estratégicos y del sistema financiero de Estados Unidos para evitar la penetración y el abuso criminal. Dicha estrategia también trata de derrotar a las redes apuntando contra sus infraestructuras e impidiendo la facilitación criminal de las actividades terroristas, y aprovechando el consenso internacional, la cooperación multilateral y las asociaciones público-privadas.
Cumplirá estos objetivos mediante capacidades y herramientas innovadoras, entre éstas un decreto ejecutivo, una nueva proclama presidencial y una serie de propuestas legislativas, según dijo la Casa Blanca.
Burns calificó a la delincuencia organizada, cualquiera sea su forma, de "amenaza contra gente decente y trabajadora en todo el mundo", que socava la actividad económica legítima, el estado de derecho y la integridad de las instituciones vitales del gobierno dedicadas a proteger la paz y la seguridad. También debilita la lucha contra la pobreza y retrasa el desarrollo sostenible, dijo.
Al calificar a la delincuencia organizada transnacional de problema mundial, Burns dijo que el Departamento de Estado "sigue decidido, en colaboración estrecha con nuestros asociados de las distintas agencias, a traducir los intereses comunes en medidas comunes que refuercen la seguridad de todos".
“Estados Unidos debe seguir desempeñando un papel de liderazgo clave, junto con sus socios comprometidos, para movilizar los recursos internacionales destinados a abordar las amenazas emergentes”, sostuvo por su parte el subsecretario de estado William Burns en la reunión del 25 de julio en la que se presentó la nueva estrategia.
Estuvieron presentes también la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, el secretario de Justicia, Eric Holden, y otros funcionarios del departamento del tesoro, la DEA y la Agencia Internacional para el Desarrollo.