NEIBA. El pánico se ha apoderado de los residentes en los diferentes bateyes de la zona cañera de las provincias Baoruco, Independencia y Barahona, área a la que han llegado varios nacionales haitianos que huyen de Haití, tras la aparición allí del cólera, que ya ha matado a más de 300 personas.
Todos temen que algunos de los extranjeros puedan traer la epidemia a esta parte del país, lo que dice se convertiría en una tragedia que todos lamentarían.
Algunos de los haitianos que han llegado tienen parientes y amigos en los bateyes, quienes les dan albergue en sus hogares y buscan trabajo en la zona agrícola, para que ayuden con la alimentación de los hogares.
En los diferentes bateyes, entre los que figuran el Santana, Uno, Dos, Tres de Baoruco; Siete, Ocho, Nueve, de Independencia; Seis y Palo Alto, de Barahona, conviven haitianos y dominicanos, quienes se dedican a labores agrícolas personales y privadas, en especial en los campos cañeros del Consorcio Azucarero Central (CAC), arrendatario del ingenio Barahona.
"Sería muy peligroso que en esta zona aparezca el cólera por la insalubridad permanente que impera en la misma, donde la mayoría de la gente defeca en los conucos, fincas cañeras, así como a las rigolas de ríos, canales de riego, regolones y otros lugares, por la carencia de letrinas", comentaron Luis Yan Pool, Roberto Sánchez, Madiva Pie y Antonio Pérez.
Los residentes en la zona cañera, demandan de las autoridades que realicen campañas preventivas contra el cólera, específicamente en esta parte del país, por considerar que es una zona muy vulnerable a todo tipo de enfermedad.
Aunque reconocen las medidas preventivas contra el cólera por las autoridades de Salud Pública de las tres provincias mencionadas más arriba, explicaron que la situación sigue siendo de cuidado, por las que las mismas no se pueden dormir. "Deben hacer más y hablar menos".
En algunas de las comunidades cañeras las autoridades de Salud Pública han sostenido encuentros urgentes con representantes de grupos comunitarios, amas de casa y personas preocupadas, a quienes han explicado las medidas a tomar para evitar el cólera, a los cuales han exhortado a ser portavoces de las mismas entre el resto de los pobladores.
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